Ambos veníamos del mundo del diseño y la publicidad. Tras años trabajando en pequeñas y grandes agencias sentimos la necesidad de hacer algo diferente. Coincidíamos en que necesitábamos trabajar en algo que nos hiciera sentir más libres a nivel creativo aunque económicamente no nos diera tanta seguridad. Juntos y animados por esa especie de ilusión y fuerza que te entra cuando se está feliz como una perdiz abrimos un estudio de diseño gráfico no-aburrido.
El salto nos hizo tremendamente felices
Tenemos claras nuestras prioridades. El cambio lo hicimos para trabajar más ilusionados pero también para tener más flexibilidad… y no al contrario. Aunque se tenga que echar muchas horas, hay que saber organizarse y tener tiempo para uno mismo y para la familia, si no no tiene sentido.
Estamos casados y somos socios pero, sobre todo, somos grandes compañeros de aventuras. Nos encanta trabajar juntos. La única pega es que uno no puede ir a buscar el otro a la salida del trabajo.
Angi, Javi y Vera
Acercar el diseño a la gente
¡más o menos siete!