Mi sueño siempre ha sido el de crear una marca infantil pero no di el gran paso hasta que cerraron la multinacional en la que llevaba quince años trabajando. El cierre de la empresa, el re-descubrimiento de la pizarra y la suerte de ser seleccionada para un curso para emprendedores de Barcelona Activa, me animaron a lanzar la marca.
Después de casi un año de trabajo nació Julie and Jane tal cual está ahora: una empresa de productos originales que giran entorno al mundo de la pizarra y dejan volar la imaginación a los más peques.
En aquél momento mi pareja también se quedó sin trabajo y nos unimos para sacar la empresa adelante con aún más fuerza. Recuerdo con mucho cariño las primeras personas que apostaron y compraron nuestros productos en el primer market que hicimos.
Dormimos poco: cuando algo es tan nuestro, es complicado desconectar y no vivirlo al 100%.
Trabajamos mucho fuera de las jornadas laborales convencionales pero logramos desayunar, comer y pasar la tardes juntos.
Una lección: nos pasamos los primeros meses corriendo siempre y luego entendemos que algunos errores venían por no haber pensado con tiempo algunos detalles. Lo mejor de emprender nuestro propio negocio: disfrutar muchísimo de lo que hacemos al punto de involucrarnos hasta la médula.
Marta Ayguadé, su pareja y la pequeña Jana
Hacer volar la imaginación a los peques
Las necesarias
Creativa nocturna