Necesitábamos un cambio de aires pero no queríamos complicarnos la vida demasiado. Al final, el pasado mes de septiembre optamos por hacer una escapada de casi dos semanas para básicamente facilitar a nuestro hijo Gaby de cinco años su primera toma de contacto con una de nuestras favoritas partes del mundo, la Provenza francesa.
Viviendo en Sitges y como el niño no está acostumbrado a largos viajes en coche, decidimos que mi marido conduciría hasta Marsella tomándose un par de días y nosotros nos uniríamos a él tras apenas cinco horas en el nuevo tren directo de alta velocidad. Yo me encargué de reservar el alojamiento en casas particulares a través de esa genial herramienta que es Airbnb y he de decir que, aunque tuvimos mucha suerte y ninguna queja durante toda la estancia, la casa marselleise fue la más auténtica e inolvidable de todas. Llegamos de noche y fue muy agradable ser recogidos en la estación por “papi” y que en la casa nos esperara una sencilla pero apetecible cena….y un vaso de vino rosado típico de la región para mamá!
Hasta despertar a la mañana siguiente no pudimos darnos cuenta de hasta que punto la casa era fantástica. Estábamos en las afueras de la ciudad, en un vecindario nada atractivo, pero merecía la pena el enorme jardín, con su piscina, vistas alucinantes…
Y esa fue nuestra “humilde morada” durante los siguientes cuatro días, con el metro a diez minutos andando cada día explorábamos Marsella. Recorrimos el puerto y cogimos un barquito para dar un paseo por la bahía, subimos (esta vez en trenecito turístico) hasta la basílica de Notre-Dame de la Garde, fuimos en busca de una rica bullabesa…. Para ir con niños nos recomendaron el Mucem (museo de la civilizaciones de Europa y Mediterraneo), un museo reciente y bastante family-friendly al parecer, pero elegimos disfrutar más de la casa haciendo una barbacoa y jugando a boules (petanca provenzal) y no fuimos.
Con mucha penita dejamos nuestro oasis particular por nuestro nuevo destino, otra casita esta vez en el campo a las afueras de un pueblito, Eyragues, a cinco minutos en coche de St.-Remy-de-Provence el pintoresco y glamuroso pueblo donde, las de mi generación quizás lo recuerden, la princesa Caroline de Monaco se retiró a criar a sus hijos tras enviudar.
De nuevo más relajante piscina, jardín….y a descubrir los encantos de St. Remy durante el día; luego, en nuestro tranquilísimo pueblecito podíamos disfrutar del mejor menú infantil de todos para cenar en Un bouchon en Provence, lo cual era muy de agradecer ya que en los demás sitios dejaban tanto que desear que acabamos incluso recurriendo a la cadena de diners americanos Memphis Coffee o a restaurantes italianos!
Ah!, tuvimos un incidente leve con el coche que hizo que tuviéramos que visitar un concesionario en Avignon y aunque no nos apetecía visitar más ciudades y esta ya la conocíamos, aprovechamos para dar una vuelta con el peque e improvisar una visita a Epicurium, un museo didáctico sobre las frutas y las verduras.
Tras cuatro noches allí, nos dirijímos al siguiente pueblecito a las afueras de Montpellier y este sí que era pequeño! La idea era ir gradualmente acercándonos de vuelta a España, así que, en este punto dejamos Provence y entramos en la región de Languedoc-Roussillon. Lo mejor de este par de jornadas fue encontrar, por pura casualidad, Le Petit Paredis de Vendargues, un sitio que combina una especie de mini-granja/zoo con mini-golf y está fenomenal para los niños.
En medio de una gran tormenta, todavía de verano, llegamos al diminuto y remoto Mailhac, donde nos hospedamos en otra maravillosa casa de pueblo con un jardín como un pequeño paraíso. Desde allí pudimos visitar un bonito pueblo medieval llamado Minerve y sobre todo, cumplir uno de mis sueños, desde un lugar cercano llamado Le Sommeil, navegamos en barcaza por el afamado Canal du Midi.
Y desde allí, rumbo a la frontera pasando una última noche en un lugar muy especial cuya crónica podéis leer aquí.
Evidentemente, aunque es una zona manejable en cuanto a tamaño, existen decenas de ciudades y pueblos diferentes que poder visitar en ella, estos son los que nosotros escogimos basándonos en lo ya conocido y el tipo de alojamiento deseado, especial y económico, pero hay otros sitios muy interesantes como Nimes, Aix-en-Provence, Salon-de-Provence, Arles… cada cual puede trazar su ruta según sus preferencias o apetencias, solo espero que esta experiencia sirva de inspiración.
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Ver Política de Moderación de comentariosPaloma
El titulo original de esta crónica era:
‘Relaxing cup of café au lait – Vacances en el sur de la France’, je, je….
Mónica e Inés
Qué chulada de viaje!
cuál era la casa con piscina de Marsella? me encantaría ir 🙂
Ana y Alex
Que bonito es la France !!!!
Tiene muy buena pinta el viaje !!!
Me apuntaría claro con buen tiempo .
Un saludo
Carme
Buenos días estoy preparando una escapada para septiembre
Puedes decirme qué alojamiento elegiste de airbnb
Gracias
Maite
Qué crónica tan chula! Me la apunto para hacerla con peque y sin peque también 🙂
Raquel
Muchas gracias Paloma por tú crónica. Te agradcería mucho si me puedieras pasar los sitios de donde estuvisteis alojados ya que estamos pensando hacer una ruta similar.
Paloma
Hola! Gracias por el interés. No sé si las “mammas” me autorizarían a publicar aquí las casas concretas de airbnb….si no fuera así, las envío en privado.
Paloma
La casa de Marsella:
https://www.airbnb.com/rooms/917244
Paloma
En el campo de Eyragues (afueras de St. Remy-de-Provence):
https://www.airbnb.com/rooms/936737
Paloma
En el pequeno y tranquilisimo Saint-Bres:
https://www.airbnb.com/rooms/3614311
(no alquilar si no gustan/se es alergico a los gatos!).
Paloma
Bed & Breakfast regentado por ingleses en Mailhac:
https://www.airbnb.com/rooms/985140
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Arantxa Mena
Me encanta el sur de Francia y vuestras vacaciones tienen una pinta de diez. Si tenéis más días os recomiendo visitar el puente romano de Ppnt du Gard cerca de Nimes, y Nimes, claro http://gorilasalcuadrado.com/2016/02/04/escapada-con-ninos-al-pont-du-gard/
Pingback: 5 buenas opciones last minute para viajar con niños en Semana Santa |
eulàlia
Què tal la casa a Eyragues? N’he trobat una a Airbnb però no les tinc totes…
eulàlia
Què tal la casa a Eyragues? N’he trobat una a Airbnb però no les tinc totes…