EscapadasEscapada a Teruel con niños

Si estáis buscando  destino para ir de vacaciones os propongo una pequeña ruta por la provincia de Teruel. Es una provincia ideal para disfrutar el contacto con la naturaleza y la tranquilidad lejos de las grandes aglomeraciones turísticas.

Comenzamos nuestra aventura en el pueblo turolense de Cañizar del Olivar, situado en las Cuencas Mineras.  Desde aquí se pueden diversas excursiones a pie o  en bicicleta recorriendo sus frescos parajes rodeados de pequeños manantiales y fuentes naturales.

Plantamos nuestra furgo en el camping Las Aguas, en el mismo pueblo.  Idóneo por su tamaño, este pequeño  camping está pensando para ir en familia.   No hay peligros, los niños pueden jugar libremente y dispone de un espacio con parque y juegos.

Cuando llegamos en temporada baja tuvimos la oportunidad de poder charlar largo rato con Yasmina, que junto con su pareja, se encuentran, al frente del camping. No me daría la crónica para hablar de esta increíble, polifacética y energética mujer y madre. El camping ofrece actividades varias para niños y adultos y se caracteriza por su ambiente relajado y familiar. Al ser un camping pequeño en un pueblo pequeño tienes la tranquilidad y el no-stress asegurado.

Nosotros nos decantamos por  excursiones de día a dos lugares muy interesantes: El Museo de las Minas de Escucha y  La gruta de Cristal.

– El museo de las minas de Escucha. Situado en el pueblo de Escucha, a escasos 15 km del camping. Se trata de una alucinante visita a una auténtica mina de carbón. De hecho, estuvo en   funcionamiento hasta el año 1968 y actualmente se ha convertido en museo. ¡Aquí te podrás sentir como un   minero de verdad!

Antes de comenzar el descenso en el tren de la mina te dan todo el equipo necesario: casco con linterna y oxígeno. El tren desciende a la mina en una impresionante bajada al centro de la tierra y a partir de ahí se hace la visita a pie.  Acompañados de un guía recorres la antigua mina mientras te explican el origen y evolución de la misma. En algunos momentos es necesario encender la linterna y  sólo se avanza guiado por esa pequeña luz. La visita también ofrece una demostración de explosión minera. ¡¡A nuestro peque le encantó!!

Fuera de la mina  hay un parque para niños con un tren minero en el que se pueden subir y es una diversión asegurada (a nosotros nos costó convencerle para bajar).  El tiempo no nos acompañó pero es una opción para hacer un picnic después de la vista. También hay un restaurante allí mismo con menú.

Para visitar el museo es imprescindible hacer reserva previa, sobretodo en verano.

– La gruta de Cristal: Se encuentra en el encantador pueblo de Molinos en el que todavía a los más viejitos del lugar les gusta charlar con los “forasteros”. Es pequeñito y se visita rápidamente pero merece la pena detenerse aquí antes de ir a las Grutas de Cristal. Es imprescindible comprar la entrada en el ayuntamiento que se encuentra al lado de la iglesia, en la plaza del pueblo. A las grutas de Cristal se accede en coche y la visita se realiza con un guía. Una vez dentro podrás descubrir estalactitas y estalagmitas, columnas y diferentes formas caprichosas que ha formado la naturaleza a lo largo de milenios y milenios. La visita y las cuevas no son excesivamente grandes así que las hacen ideales para acercar a nuestros pequeños a la geología.

Dejamos la zona de las Cuencas Mineras y el Maestrazgo y bajamos a la Sierra de Albarracín. Imposible concebir una visita a Teruel sin pasar por este lugar. Nos instalamos en el camping de Albarracín desde donde las vistas al pueblo son espectaculares y la puesta de sol una maravilla.

Todo en este lugar es maravilloso, su entorno, sus increíbles y complejos conjuntos arquitectónicos,  su impresionante fortificación, sus placitas…  No es de extrañar que el casco antiguo esté declarado Bien de Interés Cultural.  El ejercicio que debes hacer aquí es tomar un vermut en la plaza del pueblo, callejear y perderse por sus rincones, disfrutar del entorno y de las vistas…. Pero sin prisas, disfrutándolo y saboreándolo. Albarracín no te dejará indiferente y querrás volver para disfrutarlo un poquito más. Un consejo, es mejor visitarlo entre semana o en temporada baja porque Albarracín se llena.

Desde aquí se pueden hacer muchísimas excursiones pero, sin duda una de las más recomendables por su proximidad y facilidad para ir con niños es el paraje llamado Pinares de Rodeno.  Es un lugar fantástico para pasar el día y hacer un picnic (dispone de mesas y barbacoas). Para hacer un poco de hambre o bajar la comida podéis  hacer una caminata entre los pinos y la naturaleza. Aquí también encontraréis las huellas en forma de pinturas rupestres dejadas por el hombre desde el Neolítico. Algunas de ellas se ven muy bien y es un paseo muy ameno y fácil para ir con niños.  Además  la zona  es conocida por los escaladores que acuden a  desafiar las redondeadas rocas. Así que si os animáis llevaos un par de buenas zapatillas para escalar.

Esto es sólo un aperitivo de lo que la provincia ofrece. Nos quedó mucho por visitar. Volveremos otra vez porque, afortunadamente, ¡¡Teruel existe!!