RestaurantesEls Pescadors, gastronomía para familias

Els Pescadors es uno de los mejores restaurantes en Barcelona para disfrutar de un buen pescado o de un arroz a la marinera en familia. Y sin duda el mejor del barrio del Poblenou en el que la tradición marinera ha dejado paso a la facilidad de las tapas poco originales, los frankfurts y las pizzas para llevar. Cuando nos visitan los abuelos, no podemos perder la oportunidad de dejarnos invitar.

Yo soy de Huelva y dificilmente me dejo seducir por unas gambas que no sean las “blancas” de mi tierra (así somos de fundamentalista los “choqueros” con las gambas y el jamón). Pero he de reconocer que las frescas, rojas y a la plancha de Palamós, compiten fuertemente y hacen que uno chupe cabeza sin pensar en los modales. Sin duda lo mejor es acompañarlas con un buen vino blanco, aunque la cerveza artesanal que sirven en el Pescadors nos ha dejado muy impresionadas por su sabor y calidad.

Pero podéis imaginar que no sólo adoramos venir a este restaurante por la excelente comida. Esto no sería razón suficiente para recomendarlo en Mammaproof ¿verdad? El mejor aliciente para darse el lujo de almorzar en El Pescadors es su terraza: abierta a la maravillosa Plaza Prim y a sus tres imponentes Ombúes. Trepar los árboles centenarios, subirse en los bancos e intentar accionar la fuente, no hay mejor espacio de juego para un niño mientras sus padres van comiendo a turnos de vigilancia, con la tranquilidad de que por aquí no pasan coches.

Además y esto es fundamental: para disfrutar de la plaza no hace falta venir a comer en Els Pescadors. Es una actividad sin coste alguno y bastante agradable para los que habitamos el barrio.

Los Ombúes son unos árboles originarios de la pampa argentina y uruguaya que echaron sus raíces aquí, parece que para que nunca olvidemos el paso del tiempo, la Historia de esta plaza, antiguamente llamada “Plaza de Icaria”.

Recuerdo que la primera vez que fuimos a Els Pescadors, fue el propio Pep Maulini, propietario del restaurante y antiguo integrante de la compañía teatral Els Joglars, quien explicó a mi interesado suegro (utilizando un fluído francés) la historia de los Icarianos (socialistas utópicos formados en su doctrina por el francés Étienne Cabet autor del libro Viaje a Icaria) que salieron desde esta plaza rumbo a las Américas para poner en práctica sus principios de vida. Todo esto sucedió en la época en la que en el barrio del Poblenou convivían pescadores y obreros con los sueños de un mundo mejor. Yo me quedé impresionada y por un momento comprendí un poco más la historia de mi querido barrio de adopción, siempre tan guerrillero e inconformista.

Mucho ha llovido desde entonces en esta plaza, hasta hace poco escondida y por lo tanto preservada. Los vecinos han visto sin tiempo para reaccionar, como la “revolución urbanística” que produjo la Barcelona Olímpica con su “fachada de cara al mar”, y la “revalorización del frente marítimo” han ido dejando la plaza Prim cada vez más despojada de las casitas bajas y encaladas de los pescadores, que le daban todo su encanto, hasta convertirla en “un reducto del pasado, rodeada de nuevos edificios en construcción o ya acabados”.

Pero los tres Ombúes siguen firmes, recordándonos el paso del tiempo y la “relativa” aunque brutal importancia, de la acción del hombre. Siguen impasibles, sirviendo a nuestros hijos de soporte para juegos y entretenimientos, y a los padres de excusa ideal para contarles las historias del lugar que habitan.