Un mercado navideño al que no faltamos nunca es la Fira del Gall en Vilafranca del Penedès, que se celebra cada año el fin de semana anterior a Navidad
Ya es casi una tradición familiar. Vamos con los amigos, llenamos el cesto en la carpa de la mostra gastronómica y nos lo llevamos a casa para degustarlo con calma y calentitos.
La esencia de la Fira es el mercado de aves. El rey del mercado es el gallo negro del Penedès, pero se venden todo tipo de aves vivas: gallinas, ocas, patos, pavos. La gracia del mercado es precisamente, que te las venden vivas (hay también un servicio de matadero) y se puede ver a más de uno con un gallo gigante cogido por las patas y cabeza abajo.
Aviso desde buen principio: siempre hay mucha gente y siempre hace mucho frío. Y la verdad es, que aunque el interior de las carpas esta calefactado, no han pensado mucho en las familias: no hay donde sentarse y están pensadas para beber y comer de pie. Quién avisa no es traidor.
Eso sí, con la nueva ubicación, el parc de Sant Julia, se ha ganado mucho. Hay más espacio y cuando los peques se cansan de tanta gente y de tanto cacareo, siempre se puede jugar un rato o perderse en algún rincón del parque.
Además también han incorporado un mercado de artesanía, que complementa perfectamente la oferta del mercado de aves vivas: embutidos, miel, queso y algun regalo handmade para los rezagados.
Para los niños aún hay una propuesta muy especial, una muestra de bestiari festiu de ploma, donde bailarán con el Mussol del campanar, el gall Tomasot o la gallina Ballarica, que recorren en cercavila las calles de la ciudad.
Una costumbre muy vilafranquina es que los niños que quiere dejar el chupete se lo den a la Ballarica. Ella los luce en su cuello a modo de collar y les entrega huevos de chocolate a cambio.
El año pasado le tocó el turno a Anna quién subió a darle sus chupetes a la gallina encantada de la vida. Una buena excusa para dar el paso.
La fira incluye dos carpas, que siempre están llenas, dado que suele apretar el frio. En una hay un espacio donde degustar y comprar vinos del Penedés. Qué son una más que recomendable compañía para las comilonas navideñas.
En la otra, los mejores restaurantes ofrecen 3 platos que incluyen alguna de las aves del mercado. Se puede probar gallo, pato o pavo cocinado de mil maneras. El funcionamiento es un poco peculiar: Pagas por entrar en la carpa (6€) que incluye: una taza de caldo, el pan, un café, una copa de vino y el postre (garlanda y catanias) y un libreto con todas las recetas. Pero los platos a degustar van aparte, y cuestan entre 7€ y 9 € la ración. Como ya he dicho, como no hay sillas, puede resultar un poco incomodo. Si os decidís por esta opción imaginarlo más como un tapeo. Eso si, el libreto con las recetas esta muy buen para sacar ideas para las comidas navideñas.
De todas maneras si preferís descansar, mejor id a comer a algún restaurante de la zona que estaréis mucho más tranquilos y bien servidos.
En todo caso es un buen plan para los días previos a las fiestas, tanto si vienes en familia y te toca seguir la cercavila con el bebe a cuestas, como si vienes con amigos y os pasáis la mañana en la carpa-celler (wine in moderation, please).